viernes, 3 de febrero de 2012

Perdido entre Gestores

Cuatro semanas trasteando en Moodle, LAMS, Sakai, Claroline y Dokeos. Con esta muestra de gestores de aprendizaje he aprendido mucho sobre la usabilidad y las oportunidades que pueden ofrecer estos gestores, aunque la sensación de ignorancia y las dudas también han crecido exponencialmente.

Los gestores de aprendizaje que podríamos llamar “generalistas” parecen presentarse como un producto que puede cubrir las necesidades de cualquier docente/institución que piense en la implantación de un VLE para desarrollar o apoyar su proceso educativo. A la vez, intentan diferenciarse del resto de gestores por alguna cualidad única, que haga que ese docente/institución se decante por ese gestor y no por otro. Pero, si son “generalistas”, ¿por qué tantas opciones? ¿por qué desarrollar cualidades distintivas? ¿es esa generalidad ficticia?

El mundo de los gestores de aprendizaje es amplio, pero a día de hoy el mundo de la educación aún lo es más. Me explico: para un curso universitario estándar, donde el grueso de los contenidos, los apoyos a estos o la misma evaluación se puede presentar por escrito, elegir uno u otro de los gestores antes expuestos puede llegar a ser una cuestión de “gusto”. Pero cuando al profesor de música, de mecánica, de danza, de laboratorio… le nace en la cabeza la idea de crear un curso 100% online que realmente pueda valerse por sí solo, estos gestores, en principio con apariencia generalista, se llenan de carencias.

En este sentido, Moodle puede ser quizás el que da un paso adelante gracias a la posibilidad de agregar módulos que amplíen las características de la versión estándar de este gestor. Un docente que quiera crear un curso sobre una rama educativa que precise de recursos especiales, puede quizás encontrar dentro del abanico de módulos disponibles para Moodle la respuesta a sus necesidades. Sin embargo, esto es sólo la teoría, pues si lo llevamos a la práctica, cuando buscamos algo muy concreto estos módulos no son tan numerosos, y si con suerte encontramos alguno aparecen otros problemas: carecen de forma de relacionarse unos con otros y además las distintas versiones de éstos y del propio Moodle hacen a veces difícil su instalación y crean desconfianza en cuanto a la forma en que se comportarán cuando se produzcan actualizaciones de la plataforma…

Hace cuatro semanas no tenía experiencia (como docente) con ningún gestor de aprendizaje. En estas cuatro semanas he aprendido mucho, la verdad es que sí, y soy ahora más consciente… ¡de que cada día parezco estar más perdido!

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