No sabía muy bien sobre qué escribir esta semana, ya que el tema de las redes sociales y los gestores comienza a estar algo manido ya. Coger una herramienta y analizarla tampoco me apetece mucho ahora mismo, sobre todo porque las aportaciones de mis compañeros a este respecto me dejan prácticamente sin palabras.
Así que me he decidido simplemente a reflexionar sobre el e-learning, o el aprendizaje online, digital, electrónico... como queramos llamarlo. A menudo se oye aquellos de "internet es el futuro", y más cuando tratamos de temas como la comunicación en todos sus aspectos. Y es que el aprendizaje, o la enseñanza, tienen mucho de comunicación, por no decir todo. Partimos de esa premisa, pero no es cierta al cien por cien, pues ninguno somos futurólogos porque éstos no existen. Podemos decir que internet es el presente, o concretar más afirmando que es parte de nuestro presente.
Nos rodea, toda la información empieza a cobrar forma digital, y por lo tanto debemos ajustarnos y adaptarnos a estos tiempos que corren. Siguen existiendo los periódicos en papel, las revistas mensuales y otros enseres para todos aquellos que no quieren enfrentarse a "la computadora", como siguen existiendo aulas, libros de texto, tizas y borradores. Todo ello forma parte de nuestro presente. ¿Qué es mejor?
En realidad nuestro presente se puede resumir en esa cuestión. Nos pasamos la vida buscando lo mejor. ¿Cómo encontrarlo? A menudo simplemente buscamos lo que nos aporta más beneficios por un menor coste, por lo que si enfrentamos el e-learning a cualquier otra forma de aprendizaje decimonónica seguramente terminemos determinando que el aprendizaje online es mejor: más rápido, igual de efectivo, más dinámico, más cómodo... y sobretodo más económico. Por lo tanto, ¿debemos implementar la educación online en sustitución a la enseñanza formal en todos los niveles? Supongo que es un debate profundo y complicado que terminaría por concluir que una buena mezcla de las dos fórmulas sería lo ideal... al menos por el momento. Es un debate al que las autoridades y los expertos deben enfrentarse. Pero no sólo ahora, sino de forma continuada, pues la tecnología avanza tan rápido que es necesario preguntarse acerca de su utilidad constantemente.
Es posible, y quién sabe si probable, que en un futuro no muy lejano el e-learning derribe todas las barreras que la enseñanza en IRL le pone una vez tras otra. Un profesor quizá pueda dar clase de igual modo que en un aula pero a través de un ordenador, mientras los alumnos la visualizan desde su pantalla. Con de igual modo me refiero a la literalidad de la expresión. Pero... ¿es eso lo que buscamos? ¿Simplemente el e-learning viene a sustituir los métodos decimonónicos? yo creo que podemos, y debemos, ir más allá, conquistar nuevas fronteras y desarrollar los métodos de aprendizaje para mejorarlos adquiriendo nuevas técnicas. Los avances del e-learning deben seguir un cruso natural no encaminado a sustituir la enseñanza formal actual.
La pregunta es ¿lo está haciendo?
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