Creo que todos nos hemos hecho una idea bastante aproximada de qué podemos y qué no podemos hacer con un gestor de aprendizaje, y nos hemos podido formar una opinión más o menos fundamentada sobre los que hemos trabajado. Algunos de nosotros estaremos más cercanos al aspecto tecnológico que al docente y otros al contrario; y los más afortunados estarán en un 50%. Me hallo entre los que su balanza se inclina hacia el lado de la experiencia docente. No obstante, se impone un cambio o una mejora, o al menos nuevos aportes al sistema de enseñanza tradicional, y en eso estamos casi todos. Probar formas no presenciales o complementos a las presenciales es una exigencia del docente actual y para entrar de lleno en opciones realmente serias es indispensable investigar lo que los gestores de aprendizaje nos ofrecen.
Sin embargo, decantarme por uno o por otro gestor me resulta difícil. Creo que me baso más en lo fluida y amable que haya sido mi escasísima experiencia con cada gestor que con un verdadero criterio totalmente formado y justificado. Todos me han parecido iguales y a la vez diferentes. Unos tienen más actividades, otros menos, unos son más inmediatos otros menos amables, unos permiten importar o exportar cosas, o los cursos enteros, otros no, en fin...en realidad pequeñas diferencias de hecho. La única verdadera diferencia de base que sí que encuentro es la capacidad de gestionar o no el flujo de aprendizaje y el seguimiento de los alumnos. Y el interés en que un gestor sea de una u otra forma depende de las premisas de que partimos. En mi caso, siempre parto de un modelo semipresencial, no puedo evitar tener esa premisa en mi cabeza y eso me condiciona todo lo demás. Quiero que un gestor sea cómodo, accesible, "bonito", barato (gratis), fácil y completo. Y no me resulta esencial el control del flujo de aprendizaje o el seguimiento de los alumnos.
En la enseñanza musical online son fundamentales dos cosas: la gestión eficaz de archivos de audio y de vídeo y un buen soporte para videoconferencias o presenciales virtuales; y si pudiera incorporar una herramienta de análisis de partituras (por pedir que no quede) como IAnalyse pues ya sería el acabose. Es esencial también disponer de una herramienta síncrona para mostrar la realización en tiempo real de análisis sobre archivos de partituras en pdf o archivos de imagen, a la manera de una pizarra digital. Y esto de momento lo he encontrado más accesible en Dokeos (además, es el más "bonito"). Pero en realidad con casi cualquier gestor podría medio defenderme para crear recursos de enseñanza musical on line.
Lo poco que he encontrado de enseñanza musical en Internet se ha desarrollado en Moodle. Como casi todo. Se suele decir que lo mejor de Moodle es su sistema modular...y eso es precisamente lo que a mi me echa para atrás. Son tantos los módulos, que me da vértigo descubrirlos todos. Moodle es el único gestor con el que me ha surgido la necesidad de contratar a alguien para su mantenimiento porque se me hace arduo su desarrollo. Si de un repositorio de contenidos con una mayor o menor capacidad de interactividad se trata, por ahora no acabo de ver la ventaja de Moodle.
Así las cosas, si la seña de identidad diferencial entre un gestor y otro no es tanto su sistema de organizar contenidos y actividades sino su capacidad para administrar el flujo de aprendizaje, a lo que se podría añadir su interoperatividad, quizás LAMS se desmarque del resto y sea el que más se diferencie.
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