Trabajé como tutor online para un curso llamado "Hablapalabra", que impartían en colaboración CTY (Center for Talented Youth) y la Fundación Promete por medio del gobierno autonómico de La Rioja. El objetivo del curso era que los alumnos (de entre 11 y 12 años), reflexinasen sobre los orígenes, usos y funcionamientos del lenguaje, todo ello a través de una nueva forma de comunicación: internet.
Por lo tanto trabajamos con un aula virtual de moodle, organizando el curso de forma semanal. Cada alumno tenía un blog personal y debían participar en el foro general del curso y en las sesiones de chat que organizábamos los tutores. Cada semana, los tutores colgábamos una programación en la que proponíamos una serie de rpeguntas sencillitas sobre cada tema a tratar; junto a ello, les proponíamos una serie de recursos, bien aplicaciones o juegos online, vídeos de Youtube, algún archivo en PDF o enlaces a contenidos relaciones (y controlados). Una de las tareas era, habiendo revisado los recursos, responder a las preguntas en su blog. También comentábamos las opiniones a cerca de estas preguntas (siempre muy abiertas) en los foros, donde siempre surgían nuevos e igualmente interesantes debates. Normalmente también debían cubrir otra tarea semanal que solía ser práctica: por ejemplo, cuando tratábamos los sonidos del lenguaje, se les pidió a los alumnos que se grabasen en vídeo o audio haciendo los distintos tipos de sonidos que puede hacer el ser humano (o que podían hacer ellos), los más atrevidos colgaron los vídeos en Youtube.
Al ser cuatro tutores que nos repartíamos alrededor de 50 alumnos, nos repartíamos los días para que siempre hubiese algún tutor por las tardes los días entre semana en el chat, donde acudían muchos alumnos a resolver pequeñas dudas. También hacíamos un seguimiento teléfonico, tanto con los alumnos como con sus padres, con el fin de saber cómo iba el curso en cada hogar.
Moodle, se puede decir así, nos facilitaba el resto del trabajo. Recibíamos en nuestro correo los mensajes privados que nos enviaban los alumnos, por lo que casi en tiempo real podíamos estar ayudándolos. Cada vez que un tutor se "logueaba" recibía las noticificaciones de la actividad de sus alumnos, completando ésto con los informes de actividad que genera el propio moodle.
Organizando el curso en grupos reducidos, el seguimiento era muy sencillo de hacer, y bloques como "usuarios online", no permitían saber quiénes estaban en ese momento contectados y conversar con ellos, fuesen tutores o alumnos, a través de una extensión de mensajería instantánea.
Los profesores/tutores nos reuníamos semanalmente en una sesión compartida de videoconferencia a través de Skype, donde proponíamos nuevas líneas a seguir, recursos, materiales, tareas... y compartíamos inquietudes a cerca de tal o cual alumno.
He de decir que la experiencia fue muy grata y la plataforma nos ayudó mucho a realizar un seguimiento del curso muy intenso.
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