Para cualquier lego en la
materia, hacer una comparativa entre dos gestores de aprendizaje no es tarea
fácil. La principal dificultad no solo radica en la densidad que este tipo de
herramientas presenta, sino en la necesidad de poseer ciertos conocimientos en
el ámbito educativo y docente. Sin ellos, pasar por alto aspectos de cierta
importancia resulta casi inevitable.
No obstante, la situación puede
salvarse, medianamente, con unas cuantas horas de manipulación y ensayo y la lectura
de las muchas voces que, afortunadamente, vuelcan su experiencia en la red.
En presente artículo trataré de
trazar las líneas de dos de los gestores más usuales en el entorno educativo: Moodle
y Claroline. Su elección tiene una justificación bien fundada: Moodle, por ser
el gestor de mayor aceptación y trayectoria a lo largo del tiempo y Claroline
porque, tras probar versiones de otros gestores como LAMS, Dokeos o el mismo
Sakai, me pareció el más intuitivo y fácil de manejar entendiendo esto como una
ventaja a la hora de abordar la tarea que me proponía.
Lo
primero que salta a la vista de Moodle es su enorme versatilidad. Para
cualquiera que esté familiarizado con gestores de contenido del tipo de Joomla
y WordPress resulta muy fácil adivinar que Moodle se encamina por esa misma
línea: un potente core central al que
“adosar” diferentes módulos y plugins
en función de las necesidades de cada uno.
Una vez
dentro de este gestor, se pueden apreciar importantes ventajas: variedad de
perfiles de usuario, posibilidad de crear comunidades abiertas y cerradas,
facilidad para establecer itinerarios secuenciados y personalizados mediante la
preparación de documentos y recursos en los más variados formatos, disponibilidad
de comunicación entre alumnos y profesor gracias a sus herramientas de
comunicación interna, sencillez en el seguimiento de alumnos y valoración de
actividades, etc.
De
muchas de estas ventajas se hacen
eco algunos profesores en la red. Un ejemplo es la profesora de música Mª Jesús
Camino quien, desde la web Educacontic,
considera Moodle como una “potente herramienta” cuyas características “provocan
el asombro” de todo aquel que lo maneja”. En el mismo sentido se expresa un
informe comparativo del observatorio Scopeo de la Universidad de Salamanca
recogido por la web Cicyt
y en el que se destaca que Moodle “posee el 82'7% de las funcionalidades
exigibles a este tipo de gestores de aprendizaje”. Igualmente, otro estudio del Departamentode Teorías de la Comunicación de la Universidad de Valladolid
señala la ventaja que supone que Moodle sea plataforma de libre distribución un
factor determinante a la hora de entender su amplia implantación.
En
cuanto a las desventajas, en mi
opinión la más inmediata y obvia es una interfaz de administrador/profesor poco
intuitiva y para la que se necesita una mínima experimentación. Es cierto que,
con un poco de pericia, los resultados pueden ser espectaculares, pero se
necesita de horas de entrenamiento para lograr configurar un curso mínimamente
aparente.
Esta
misma opinión es compartida por la web FIX–Servicios Web Profesionales que inciden en que “adaptarse a diferentes
modelos de enseñanza se vuelve complejo de gestionar o parametrizar sin una
previa preparación sobre su funcionamiento o manejo.
Otros,
a su vez, añaden razones de seguridad y la falta de soporte técnico autorizado como
inconvenientes a sumar a esta herramienta de aprendizaje. Esa es la opinión de algunos
usuarios de la plataforma Wikiespaces.
Al
contrario de lo que ocurre con Moodle, Claroline presenta, a primera vista, una
interfaz mucho más sencilla e intuitiva. Sin embargo, enseguida se aprecia que estamos
ante una aplicación más rígida que su competidor, en gran parte debido a la
falta de módulos y plugins de personalización.
No
obstante, y tal y como apuntan Elkin Rios, Oscar Suarez y Sandra Milena en una interesantepresentación, la simplicidad de Claroline permite muchas instituciones alcanzar
buenos resultados de configuración sin necesidad de gastos desmesurados en
soporte técnico.
Entre
sus ventajas, como en Moodle, ser una plataforma de código abierto y soportar
diferentes idiomas, facilidad de instalación y uso, disponer de numerosas
herramientas que permiten la suficiente personalización de cada curso según las
necesidades, soporte para documentos en distinto tipo de formatos, agenda de
tareas y eventos fácilmente configurable y control de alumnos y usuarios con la
posibilidad de crear estadísticas de diferente tipo. Entre
los defensores de Claroline se encuentra el equipo de AplicacionesEmpresariales.com
quienes advierten en su web de las ventajas de esta aplicación.
Entre
las desventajas destacar que solo
hay dos perfiles de usuario, estudiante y profesor, la falta de módulos y plugins,
la imposibilidad de exportación de los cursos y la imposibilidad de utilizar el
programa en local. Coincidentes con esta opinión son el profesor de la UniversidadPedagógica Nacional de México, Victor Manuel Martínez Martinez y el diseñador
y desarrollador web, PabloIglesias.
Por
todo lo expuesto, se pude concluir que ambas plataformas son realmente útiles
para la labor para la que han sido desarrolladas, sin embargo es preciso tener
claro los objetivos a alcanzar a fin de elegir aquella que mejor se adapte a
nuestras necesidades de forma que podamos realizar un trabajo optimo y
eficiente.
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