domingo, 20 de enero de 2013

Gestores de aprendizaje: Moodle vs. Claroline


Para cualquier lego en la materia, hacer una comparativa entre dos gestores de aprendizaje no es tarea fácil. La principal dificultad no solo radica en la densidad que este tipo de herramientas presenta, sino en la necesidad de poseer ciertos conocimientos en el ámbito educativo y docente. Sin ellos, pasar por alto aspectos de cierta importancia resulta casi inevitable.

No obstante, la situación puede salvarse, medianamente, con unas cuantas horas de manipulación y ensayo y la lectura de las muchas voces que, afortunadamente, vuelcan su experiencia en la red.

En presente artículo trataré de trazar las líneas de dos de los gestores más usuales en el entorno educativo: Moodle y Claroline. Su elección tiene una justificación bien fundada: Moodle, por ser el gestor de mayor aceptación y trayectoria a lo largo del tiempo y Claroline porque, tras probar versiones de otros gestores como LAMS, Dokeos o el mismo Sakai, me pareció el más intuitivo y fácil de manejar entendiendo esto como una ventaja a la hora de abordar la tarea que me proponía.
Lo primero que salta a la vista de Moodle es su enorme versatilidad. Para cualquiera que esté familiarizado con gestores de contenido del tipo de Joomla y WordPress resulta muy fácil adivinar que Moodle se encamina por esa misma línea: un potente core central al que “adosar” diferentes módulos y plugins en función de las necesidades de cada uno.

Una vez dentro de este gestor, se pueden apreciar importantes ventajas: variedad de perfiles de usuario, posibilidad de crear comunidades abiertas y cerradas, facilidad para establecer itinerarios secuenciados y personalizados mediante la preparación de documentos y recursos en los más variados formatos, disponibilidad de comunicación entre alumnos y profesor gracias a sus herramientas de comunicación interna, sencillez en el seguimiento de alumnos y valoración de actividades,  etc.

De muchas de estas ventajas se hacen eco algunos profesores en la red.  Un  ejemplo es la profesora de música Mª Jesús Camino quien, desde la web Educacontic, considera Moodle como una “potente herramienta” cuyas características “provocan el asombro” de todo aquel que lo maneja”. En el mismo sentido se expresa un informe comparativo del observatorio Scopeo de la Universidad de Salamanca recogido por la web Cicyt y en el que se destaca que Moodle “posee el 82'7% de las funcionalidades exigibles a este tipo de gestores de aprendizaje”. Igualmente, otro estudio del Departamentode Teorías de la Comunicación de la Universidad de Valladolid señala la ventaja que supone que Moodle sea plataforma de libre distribución un factor determinante a la hora de entender su amplia implantación.

En cuanto a las desventajas, en mi opinión la más inmediata y obvia es una interfaz de administrador/profesor poco intuitiva y para la que se necesita una mínima experimentación. Es cierto que, con un poco de pericia, los resultados pueden ser espectaculares, pero se necesita de horas de entrenamiento para lograr configurar un curso mínimamente aparente.

Esta misma opinión es compartida por la web FIX–Servicios Web Profesionales que inciden en que “adaptarse a diferentes modelos de enseñanza se vuelve complejo de gestionar o parametrizar sin una previa preparación sobre su funcionamiento o manejo.

Otros, a su vez, añaden razones de seguridad y la falta de soporte técnico autorizado como inconvenientes a sumar a esta herramienta de aprendizaje. Esa es la opinión de algunos usuarios de la plataforma Wikiespaces.

Al contrario de lo que ocurre con Moodle, Claroline presenta, a primera vista, una interfaz mucho más sencilla e intuitiva. Sin embargo, enseguida se aprecia que estamos ante una aplicación más rígida que su competidor, en gran parte debido a la falta de módulos y plugins de personalización.

No obstante, y tal y como apuntan Elkin Rios, Oscar Suarez y Sandra Milena en una interesantepresentación, la simplicidad de Claroline permite muchas instituciones alcanzar buenos resultados de configuración sin necesidad de gastos desmesurados en soporte técnico.

Entre sus ventajas, como en Moodle, ser una plataforma de código abierto y soportar diferentes idiomas, facilidad de instalación y uso, disponer de numerosas herramientas que permiten la suficiente personalización de cada curso según las necesidades, soporte para documentos en distinto tipo de formatos, agenda de tareas y eventos fácilmente configurable y control de alumnos y usuarios con la posibilidad de crear estadísticas de diferente tipo. Entre los defensores de Claroline se encuentra el equipo de AplicacionesEmpresariales.com quienes advierten en su web de las ventajas de esta aplicación.

Entre las desventajas destacar que solo hay dos perfiles de usuario, estudiante y profesor, la falta de módulos y plugins, la imposibilidad de exportación de los cursos y la imposibilidad de utilizar el programa en local. Coincidentes con esta opinión son el profesor de la UniversidadPedagógica Nacional de México, Victor Manuel Martínez Martinez y el diseñador y desarrollador web, PabloIglesias.

Por todo lo expuesto, se pude concluir que ambas plataformas son realmente útiles para la labor para la que han sido desarrolladas, sin embargo es preciso tener claro los objetivos a alcanzar a fin de elegir aquella que mejor se adapte a nuestras necesidades de forma que podamos realizar un trabajo optimo y eficiente. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario