La palabra que podría resumir mi sensación ahora mismo es "saturada".
Antes de comenzar con este máster, ya era usuaria de redes sociales como Facebook, Twitter, Tuenti, y de algunas otras de campos específicos como Flirck. Al poco tiempo me dí cuenta de que estar atenta a todas ellas me consumía demasiado tiempo, así que decidí borrar mi cuenta de Tuenti, y dejé de usar progresivamente la cuenta de Twitter.
Hasta ahora iba bien sólo con mi cuenta de Facebook, y aún reconociendo una cierta "adicción", ahora siento que es una tortura... Además del grupo creado para el máster, tengo otros grupos y páginas creadas por cuestiones profesionales. Recibir notificaciones ha dejado de hacerme ilusión e incluso se me hace tedioso prestarles atención... A lo que voy es que muchas veces entre nosotros, abogamos por el uso de redes sociales en educación, como herramienta que atrae a los alumnos, pero me gustaría lanzaros una pregunta:
¿Puede el uso obligado de redes sociales tener el efecto contrario al que pretendemos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario